Artículos Científicos Número 3 Volumen 2

Tendencias ecológicas y socioeconómicas de los Bosques de Pino-Encino en Centroamérica: aportes para mejorar su manejo

Acceso Libre | Artículo Revisado por Pares

 

Ana Lucía Solano1, Doris Martínez2, Lucía Corral3, Geisselle Sánchez2

1Investigadora del Centro de Estudios Ambientales y de Biodiversidad de la Universidad del Valle de Guatemala. Correo electrónico: alsolano@uvg.edu.gt

2Investigadora del Centro de Estudios Ambientales y de Biodiversidad de la Universidad del Valle de Guatemala. Actualmente consultor independiente.

3Investigadora del Centro de Estudios Ambientales y de Biodiversidad de la Universidad del Valle de Guatemala. Actualmente aspirante a doctorado, Universidad de Lincoln, Nebraska.

Foto usada en el home page: Ana Lucía Solano 2017

Cita: Solano, A.L., D. Martínez, Corral, L., G. Sánchez. (2017). Tendencias ecológicas y socioeconómicas de los Bosques de Pino-Encino en Centroamérica: aportes para mejorar su manejo. Revista Yu’am 2(3): 38-47.
Recibido: 10/6/2017
Aceptado: 18/8/2017
Publicado: 1/9/2017

Resumen

Los Bosques de Pino-Encino en Centroamérica constituyen una ecorregión de gran riqueza ecológica, social, cultural y económica para los países que la conforman. A pesar de su importancia, la información generada para su manejo es limitada. Por esta razón en el 2009 La Alianza para la Conservación de los Bosques de Pino-Encino de Centroamérica, The Nature Conservancy y El Centro de Estudios Ambientales y de Biodiversdidad de la Universidad Del Valle de Guatemala realizaron conjuntamente un diagnóstico, recopilando información y realizando talleres de consulta con expertos, sobre  la situación ecológica y socioeconómica de la ecorregión, con el objetivo de generar aportes para mejorar su manejo. Este artículo presenta un breve resumen de dicho diagnóstico. Los resultados evidencian las presiones que enfrentan los Bosques de Pino-Encino por el cambio de uso de la tierra y por un manejo silvicultural enfocado en la producción de madera particularmente de coníferas, desvalorizado la existencia de otras especies que se encuentran en el ecosistema. A pesar del tiempo transcurrido, las tendencias acá mostradas se mantienen a la fecha  y son relevantes para influir en la toma de decisiones para promover su conservación y manejo sostenible.

Palabras clave: Bosques de Pino-Encino,  manejo forestal sostenible, conservación, Centroamérica.

Abstract

The Pine-Oak Forests in Central America constitutes an ecoregion with a great ecological, social, cultural and economic wealth for the countries that comprise it. Despite its importance, the information generated for its management is limited.  For this reason, in 2009, The Alliance for the Conservation of Central American Pine-Oak Forests, The Nature Conservancy and the Center for Environmental Studies and Biodiversity of the Universidad Del Valle de Guatemala jointly conducted a diagnosis, gathering information and holding consultation workshops with experts on the ecological and socioeconomic situation of the ecoregion, with the objective of generating contributions to improve its management. This article presents a brief summary of this diagnosis. The results show the pressures faced by the Pine-Oak Forests due to changes in land use and a silvicultural management, focused particularly on the production of coniferous wood that has devalued the existence of the other species in this ecosystem. Despite the time elapsed, the trends shown here continued and are relevant to influence decision making to promote their conservation and sustainable management.

Key words: pine-oak forests, forest management, conservation, Central America.

Introducción

La región Mesoamericana posee el 12% de la riqueza biológica del mundo en apenas 2% del territorio del planeta (Alfaro, 2005). En esta región se encuentra la ecorregión Bosques de Pino-Encino de Centroamérica que es una de las 10 que conforman el bioma de Bosques Tropicales y Subtropicales de Coníferas Neotropicales. Este bioma contiene los bosques de coníferas tropicales más extensos del mundo y los bosques de Pino-Encino más amenazados a nivel regional (WWF, 2001). La ecorregión se extiende en las montañas y valles desde el Istmo de Tehuantepec, en el sur de México, hasta la parte norte de Nicaragua (WWF, 2001), como se observa en la Figura 1.

Figura 1. Límites de la ecorregión potencial según la Alianza para la Conservación de los Bosques de Pino-Encino de Mesoamérica (2008) y la cobertura forestal para el año 2002 en Chiapas, El Salvador, Honduras y Nicaragua, y 2006 para Guatemala.

La ecorregión está constituida por varias asociaciones de especies vegetales, predominando las especies de pino (Pinus spp.), encino (Quercus spp.), liquidámbar (Liquidambar stiraciflua) y aliso (Alnus spp.). Presenta características climáticas y edáficas favorables para la vida humana, por lo que ha sido una de las comunidades vegetales más influenciadas antropogénicamente, desde los primeros asentamientos prehistóricos.  De allí la conformación de diferentes mosaicos vegetales, sucesionales y agrosistemas que caracterizan la ecorregión.  (González-Espinosa et al., 2008; Medinilla et al., 2003).

A pesar de la importancia que este tipo de bosque representa para la humanidad, es uno de los ecosistemas con menor representatividad en los mecanismos legales de conservación en la región; ha sido un ecosistema poco estudiado y valorado de forma integral. Por estas razones han surgido iniciativas para su conservación y recuperación.

En el 2003 representantes de distintas organizaciones no gubernamentales crean la Alianza para la Conservación de los Bosques de Pino-Encino de Centroamérica (en adelante referida simplemente como la Alianza). El objetivo de la Alianza es favorecer la conservación de los Bosques de Pino-Encino como hábitat de especies migratorias amenazadas, enfocando sus esfuerzos inicialmente en el estudio y la conservación del ave Dendroica chrysoparia a lo largo de su rango de distribución.

En el 2008 la Alianza crea el Plan de Conservación para la Ecorregión Bosques de Pino-Encino de Centroamérica, el cual orienta acciones regionales para iniciar y fortalecer alianzas o grupos de trabajo nacionales, facilitar procesos de planificación, hacer incidencia pública a escala regional y hacer más fuerte y participativa la ejecución de los programas para los Bosques de Pino-Encino (Alianza para la Conservación de los Bosques de Pino-Encino de Mesoamérica, 2008). Como producto de este Plan, en el 2009 se elaboró un diagnóstico con el objetivo de realizar un análisis conjunto de las variables ecológicas y socioeconómicas que caracterizan la ecorregión (CEAB et al., 2009). El objetivo de este artículo es presentar una síntesis de dicho diagnóstico que consistió en la recopilación y sistematización de información, analizada por  expertos nacionales y técnicos de la Alianza. Más allá de los datos obtenidos en el 2009, es importante visualizar que las tendencias políticas, socioeconómicas e institucionales en el  manejo forestal no han cambiado significativamente a la fecha,  permitiendo que continúe el  deterioro acelerado de estos ecosistemas principalmente por la pérdida de su biodiversidad. Actualmente es oportuno este análisis, para resaltar la necesidad de un cambio de rumbo en el manejo de los recursos forestales que esta ecorregión brinda.

Metodología

 Se recopilaron y analizaron los datos existentes sobre la ecorregión, se visitaron las instituciones encargadas del registro y actualización de información social, ecológica, económica y de gestión forestal relacionadas con estos ecosistemas.

Se recopiló y validó información mediante un taller en cada uno de los países donde se encuentra la ecorregión. En estos talleres participaron expertos locales de organizaciones gubernamentales, no gubernamentales, del sector privado productivo y de la academia. La información se validó en dos asambleas regionales de la Alianza que se llevaron a cabo durante la realización del estudio en el año 2009. Las principales entidades que participaron en estas actividades se enumeran en el Cuadro 1.

Cuadro 1. Principales organizaciones[1] que participaron en el Diagnóstico Ecológico y Socioeconómico de la Ecorregión bosques de Pino-Encino de Centroamérica.

País Instituciones
México, estado de Chiapas ž   Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, CONANP

ž   El Colegio de la Frontera Sur,   ECOSUR

ž   Pronatura Sur

ž   Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, SEMARNAT

Guatemala ž   Centro para la Investigación y Planificación del Desarrollo Maya Sotz’il

ž   Instituto Nacional de Bosques, INAB

ž   Consejo Nacional de Áreas Protegidas  CONAP

ž   Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO

El Salvador ž   Escuela de Agronomía de la Universidad de El Salvador

ž   Escuela de Biología de la Universidad de El Salvador

ž   Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales , MARN

ž   SALVAnatura

Honduras ž   Colegio de Profesionales Forestales de Honduras

ž   Escuela Nacional de Ciencias Forestales , ESNACIFOR

ž   Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre , ICF

ž   Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente – SERNA

Nicaragua ž   Alianza para las Áreas Silvestres, ALAS

ž   Instituto Nacional Forestal, INAFOR

ž   Pueblo indígena de Mosonte , PIM

Representantes regionales de The Nature Conservancy, TNC, Conservación Internacional, CI y de la Alianza para la conservación de los Bosques de Pino-Encino de Mesoamérica.

Fuente: CEAB et al, 2009.

La calidad de la información incluida en este estudio depende principalmente de las metodologías y rigurosidad científica con que la información fue generada en cada país. Los diferentes objetivos, años y metodología con que fue generada esta información es una limitante para realizar conclusiones categóricas sobre ciertos temas.

Resultados y discusión

1 Situación ecológica y socio económica de los Bosques de Pino-Encino al inicio de este milenio

1.1 Diversidad biológica de flora y fauna en la ecorregión

Se han registrado un total 11 especies de pinos y 42 especies de encinos en la ecorregión, variando en su distribución de norte a sur, siendo Guatemala el país con mayor riqueza de especies tanto de Pinus como de Quercus, (Cuadro 2.) Las especies de encinos tienen ámbitos específicos de distribución altitudinal, y dichas especies se reemplazan por otras conforme aumenta la elevación (Kappelle, 2008).

Cuadro 2. Número de especies de pinos y encinos reportadas para la ecorregión Bosques de Pino-Encino de Centroamérica
Especie México, estado de Chiapas Guatemala El Salvador Honduras Nicaragua Ecorregión
Pinos

(Pinus spp.)

7 9 5 6 4 11
Encinos (Quercus spp.) 19 25 5 15 4 42
TOTAL 26 34 10 21 8 52
Fuente: Breedlove, 1981; Rzedowski, 1978; en Vázquez et al., 2002.

En cuanto a fauna, en la ecorregión existen alrededor de 150 especies de anfibios, siendo Guatemala y el estado de Chiapas (México) los más ricos en salamandras y anfibios endémicos. Estos sitios son considerados centros de origen y dispersión de urodermos tropicales, además de concentrar un alto número de especies endémicas regionales (Alianza para la Conservación de los Bosques de Pino-Encino de Centroamérica, 2008). También se han reportado 204 especies de reptiles, 350 aves y 202 mamíferos (Cuadro 3).

Cuadro 3. Número de especies animales reportadas para la ecorregión Bosques de Pino-Encino de Centroamérica
Taxón México estado de Chiapas Guatemala El Salvador Honduras Nicaragua Ecorregión
Anfibios 64 89 29 71 29 150
Reptiles 54 138 83 85 88 204
Aves 331 308 286 263 135 350
Mamí

feros

160 161 110 157 130 202
TOTAL 609 696 508 576 382 906
Fuente: WWF, 2006; Evaluación Ecorregional de Sistemas Terrestres de Centroamérica (TNC – no publicado); González-Espinosa et al., 2005; Cano et al., 2006; Wilson & Townsend, 2007;ALAS, 2009; Komar & Domínguez, 2001; Komar et al., 2005; Rueda, 2007; Gallo, 2005.

De acuerdo con las bases de datos de los sistemas de áreas protegidas nacionales, alrededor del 12% (12,967 km2) de la Ecorregión Bosques de Pino-Encino de Centroamérica se encuentra bajo alguna categoría de manejo.

1.2 Cobertura Forestal

La Figura 2 presenta la cobertura potencial de Bosques de Pino-Encino y la cobertura forestal remanente en km2, así como el porcentaje en relación a la extensión del territorio de cada país. La cobertura potencial se refiere al área en la cual las características climáticas y edáficas son idóneas para la existencia de Bosque de Pino-Encino (WWF, 2001; Alianza para la Conservación de los Bosques de Pino-Encino de Mesoamérica, 2008). La cobertura remanente representa la cobertura de bosque con la que contaba cada país previo al Diagnóstico (2009). Para Honduras, El Salvador, Nicaragua y Chiapas corresponde al año 2002 y para Guatemala al 2006.

Figura 2. Cobertura forestal potencial y actual en cada país de la ecorregión.

Fuente: Elaboración propia: INEGI, 2005; UVG-INAB-CONAP, 2006; MARN, 2002; AFE-CODEFORH, 2002; MARENA, 2002.

Es importante tomar en cuenta la variación en la extensión de la ecorregión en cada país, como se observa en la Figura 1, y por ende, la variación en los porcentajes reportados. En este sentido en el año 2002 el estado de Chiapas conservaba el 64% de la cobertura potencial, Honduras el 34%, El Salvador el 20%, Nicaragua el 16% y Guatemala, para el 2006, el 32%.

1.3 Manejo forestal y productividad actual de los Bosques de Pino-Encino

El manejo forestal en la ecorregión está enfocado en la producción de madera de pino siendo muy escaso el manejo de bosques mixtos. La tendencia observada en todos los países es la substitución del bosque mixto por plantaciones con especies de coníferas.

a) Tipos de manejo forestal que se dan en la ecorregión

El manejo del bosque natural para la conservación se realiza principalmente en áreas protegidas, ya sean públicas o privadas. En algunos casos se aprovechan incentivos para la conservación.

El manejo del bosque natural y/o plantaciones forestales con fines productivos, de bienes maderables y no maderables, es el que más se realiza y más se promueve por las instituciones estatales. Se encuentra centralizada en grandes extensiones con plantaciones de una o dos especies de pino.

El manejo forestal comunitario se realiza principalmente en el estado de Chiapas y Guatemala, donde existen estructuras sociales, principalmente indígenas, organizadas desde hace muchos años alrededor de la actividad forestal y de la gestión de otros recursos naturales como el suelo y el agua. Actualmente mucha de la actividad forestal comunitaria se encuentra registrada en las instituciones gubernamentales responsables, aunque existen casos en donde no se cuenta con un sistema de gestión legalmente reconocido y el apoyo estatal es muy débil. A pesar de esto las comunidades  han logrado conservar la cobertura forestal de estos bosques.

b) Industria maderera y alternativas de mercado para las especies de pino y encino

El manejo forestal de los bosques mixtos está enfocado en la producción de madera de coníferas. La razón principal es la existencia de un mercado a nivel local e internacional, muy amplio y competitivo establecido desde hace muchos años. La alta demanda de productos de madera aserrada con poca transformación representa una oportunidad económica mucho más atractiva que trabajar con otras especies que no tienen un nicho de mercado bien establecido. Agregado a esto, las especies nativas que no son coníferas tienen bajos rendimientos en la industria porque no se conoce su correcto manejo silvicultural y existen pocos incentivos para explorar nuevas tecnologías de transformación.

Actualmente la madera del encino se utiliza para leña o para hacer carbón. Al no tener un valor económico significativo en el mercado de la madera, no se le ha prestado atención a su manejo silvicultural y como consecuencia de esto su valor ecológico ha quedado prácticamente invisibilizado. Esto ha creado una tendencia a la sustitución de los ecosistemas naturales de bosques mixtos por plantaciones de una o dos especies de pino. Es importante mencionar que este tipo de manejo ha creado  condiciones ecológicas adversas, por la homogeneidad de la población y la drástica reducción de la biodiversidad, constituyendo ecosistemas vulnerables a plagas y enfermedades, que podrían ser exacerbadas por los impactos del cambio climático.

1.4 Aspectos socioeconómicos y demográficos

La pobreza, la creciente densidad poblacional y la falta de opciones económicas que en su mayoría caracterizan a las poblaciones relacionadas a los Bosques de Pino-Encino, constituyen grandes retos para la gestión de estas áreas. A esto se suman las condiciones históricas de exclusión social, económica y política principalmente en el área rural aunque cada país ha abordado esta problemática de diferentes formas, la presión sobre los bosques va en aumento. Esto en contraste con lujosos proyectos residenciales, centros comerciales y grandes proyectos de desarrollo urbano que actualmente ocupan áreas en donde existieron Bosques de Pino-Encino.

a) Población

La extensión territorial que abarca el área potencial de Bosque Pino-Encino alberga al menos 18 millones de  habitantes según los censos de población más recientes de cada país. En Guatemala y Honduras residen aproximadamente el 47% y 28% de la población total respectivamente. Para ambos países, la ciudad capital se encuentra dentro de la ecorregión y con ello, la centralización de actividades económicas del sector industrial y de servicios. Lo mismo sucede en Chiapas, donde se encuentran varios centros urbanos de importancia, como San Cristóbal de las Casas y Comitán, mientras que otros como Tuxtla Gutiérrez se ubican muy cerca de la misma, representando el 20% de la población de la ecorregión. Por el contrario, El Salvador y Nicaragua presentan poco territorio dentro de la ecorregión y pocos centros urbanos de importancia, por lo que la proporción de la población ubicada en eso países es baja, 2% y 5% respectivamente. La densidad poblacional de la ecorregión es en promedio de 90 hab/km². La mayor concentración se encuentra en Guatemala, con 182 hab/km², valor que duplica el promedio regional, le sigue El Salvador con 97 hab/ km², Chiapas con 64 hab/ km², Honduras con 62 hab/ km² y por último Nicaragua con 56 hab/ km².

b) Economía y aporte del sector forestal al producto interno bruto

El aporte del sector forestal a las economías de los países de la ecorregión es poco significativo, de acuerdo a lo contabilizado en el producto interno bruto (PIB). El sector forestal en Nicaragua y Guatemala aportaba poco más del 1% al PIB. En el caso de Nicaragua, este dato corresponde a dos años antes de establecerse la Ley de Veda Forestal (Ley No. 585), por lo que en la actualidad este aporte es menor. Los porcentajes para El Salvador (5%) y Chiapas (3%) son también bajos. Únicamente para Honduras el sector forestal es significativo en su aporte al PIB nacional, con el 11% (AFE-COHDEFOR, 2008).

c) Pobreza e Índice de Desarrollo Humano

En la región alrededor del 60% de la población vive en condiciones de pobreza. En el caso de Honduras se indica que el 35% de la población dentro de la ecorregión vive en niveles de pobreza. En México se utiliza el índice de marginalidad para medir la pobreza en cada estado. Con estos parámetros, para el 2005 se reporta para Chiapas que el 76% de su población vive en condiciones de marginalidad, constituyéndose por tanto, en el estado más marginado y pobre de México (CDI, 2006). Guatemala, Nicaragua y El Salvador han utilizado metodologías similares para medir la pobreza en su territorio. La pobreza en Guatemala alcanza en promedio al 50% de la población dentro de la ecorregión (PNUD, 2008). Mientras que para El Salvador se reporta el 60% (FLACSO, 2005) y para Nicaragua el 65% (PNUD, 2002).

El Índice de Desarrollo Humano (IDH) es la única valoración comparable que presentan todos los países dentro de la ecorregión, a pesar de que los reportes más recientes se tienen para años diferentes. El promedio ponderado del IDH en la ecorregión es de 0.649. Tomando como referente las categorías del IDH podemos concluir que la ecorregión se encuentra en niveles de desarrollo medio-bajo. En la ecorregión, Chiapas es el estado que presenta el mayor IDH (0.718), a pesar de ser el menor valor de todo México (PNUD, 2006). Le siguen en orden decreciente El Salvador (0.684), Honduras (0.650), Guatemala (0.608) y por último Nicaragua con (0.587), según datos oficiales del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD- (PNUD-El Salvador, 2003; PNUD- Honduras, 2006; PNUD-Guatemala, 2008; PNUD-Nicaragua, 2002)

c) Pueblos Indígenas y manejo comunitario

La ecorregión es una región diversa culturalmente, con alrededor de 37 etnias indígenas. En Chiapas, Guatemala y Nicaragua residen el mayor número de pueblos indígenas, los cuales han marcado una particular relación con los recursos naturales.

En Guatemala, esta especial relación entre pueblos indígenas y recursos naturales ha sido objeto de estudio a través de investigaciones como las de Elías (2009), Dary (2002) y Secaira (2000). Los estudios demuestran que para las comunidades indígenas los bosques tienen significado ecológico, espiritual, social y cultural, pero sobre todo, económico. En la medida en que los bosques satisfagan las necesidades económicas básicas de las comunidades, y que a éstas se les permita organizarse de acuerdo a sus propias instituciones tradicionales, se puede pensar en una gestión exitosa de estos recursos comunes.

Se ha demostrado que la tasa de deforestación en varios bosques comunales son más bajas que las tasas de los respectivos municipios, como en los casos del centro del estado de Quintana Roo (México), Pacalaj en Baja Verapaz, Cunlaj en San Marcos, El Gigante en Chiquimula (Guatemala) (Bray et al., 2007; CEA-UVG, 2008). En el caso especial de Guatemala y Chiapas el manejo forestal comunitario puede ser una opción viable para la conservación de los Bosques de Pino-Encino, ya que la ecorregión en ambos países se ubica justo en los municipios con mayor presencia de bosques bajo este tipo de manejo.

Presiones: cambio de uso del suelo por agricultura y urbanización

En la mayoría de los casos, las comunidades excluidas y con altos índices de pobreza se han visto forzadas al minifundismo que implica cambio de uso de suelo y avance de frontera agrícola por cultivos de subsistencia. Esto ha producido la fragmentación del bosque y el empobrecimiento genético de los ecosistemas.

Por otro lado, al hablar de avance de la frontera agrícola, es necesario matizar que la pobreza y los minifundios de subsistencia no son la única causa. Los cultivos extensivos de exportación como las hortalizas y otras actividades agropecuarias son actividades que han influido en el cambio de uso de la tierra en grandes extensiones dentro de la ecorregión.

La creciente urbanización es una de las grandes presiones que ha tenido mayor impacto en los pequeños remanentes de bosque ubicados cerca de los centros urbanos. Caracterizada por la falta de planes de ordenamiento territorial y gestión ambiental, este crecimiento amenaza zonas de recarga hídrica y de importancia por su biodiversidad. Es importante enfatizar que las zonas ubicadas en la ecorregión son muy cotizadas para grandes y costosos proyectos habitacionales, ya que tres de las más grandes ciudades de Centroamérica se ubican en esta zona.

La tala ilegal, la extracción de leña para autoconsumo o para venta y los incendios forestales son otra fuente de presión que provoca la pérdida de biodiversidad y de cobertura boscosa.

Institucionalidad y legislación para la gestión de los Bosques de Pino-Encino

En todos los países de la ecorregión existen instituciones gubernamentales específicas para el manejo forestal, sobre las cuales recae la gestión de los Bosques de Pino-Encino. A pesar de que dichas instituciones cuentan con buena capacidad técnica y presencia en el territorio, los expertos consultados coincidieron en que hace falta una visión política a largo plazo por parte de los estados, sus instituciones forestales y todos los actores involucrados en la gestión (municipalidades, comunidades, coadministradores). Esta visión debería fomentar la coordinación y cooperación entre las instituciones, elevando la efectividad de las normas operativas y planes de gestión. También es necesario definir mecanismos de monitoreo y control de la gestión forestal, y desarrollar sanciones efectivas que eviten el daño ambiental, así como crear un canal efectivo de comunicación hacia las poblaciones locales y los pequeños empresarios de la madera, debido a que estos tienen poco conocimiento de las leyes, políticas o programas que pudieran apoyarlos en el manejo integral y sostenible de los bosques.

Las políticas forestales existentes en la región hacen mención del limitado apoyo económico que el sector ha tenido por parte de los  gobiernos centrales. Con excepción del estado de Chiapas, el cual es el estado de la ecorregión que más inversión pública ha tenido en los últimos años.

En cuanto a la legislación, en todas las constituciones de los países centroamericanos dentro de la ecorregión, se garantiza la protección y el uso sostenible de los recursos naturales y se determina la creación de leyes específicas para su regulación (El Salvador: Art. 60 y 117; Guatemala, Art. 64; Honduras arts. 172 y 304 y Nicaragua Art. 60). Recogiendo el mandato constitucional de crear normas específicas para la gestión de los bosques, cada país ha decretado su ley forestal. En la mayoría de casos, esta gestión queda fuera de las áreas protegidas. Estas leyes promueven la reforestación y la competitividad en el mercado de la madera. El Salvador refleja un enfoque marcadamente más productivista que el resto de países.

Es interesante abordar el caso de Nicaragua, que en el 2006 decretó la Ley No. 585 de Veda para el Aprovechamiento del Recurso Forestal. Ésta prohíbe el aprovechamiento de maderas comerciales como: caoba (Swietenia macrophylla), cedro (Cedrela odorata), pino (Pinus spp), mangle (Rhizophora mangle) y ceibo (Ceiba pentandra) en todo el territorio nacional por un período de 10 años prorrogables. Los efectos de esta ley han sido más negativos que positivos debido a que su carácter restrictivo y su difícil monitoreo causó el deterioro de los recursos forestales y un aumento en delitos ambientales. Por estas razones en diciembre del 2009 la veda fue suspendida por un período de prueba de 3 meses. Después de este breve período de prueba, los directivos de INAFOR presentaron una petición al gobierno para que las especies de pino quedaran fuera de la Ley de Veda Forestal. Esta petición fue autorizada a inicios del año 2010 pero solamente por un período de un año, y con la condición de que se haga un buen manejo silvicultural, que se tengan proyectos de reforestación y de prevención de incendios (Vanegas, 2010).

Implicaciones para el manejo de los Bosques de Pino-Encino en Centroamérica

Hasta el momento, las estrategias de conservación y manejo forestal se han basado en mecanismos verticales y centralizados de toma de decisiones desde el gobierno central. Estas estrategias han entrado en conflicto con las comunidades locales y demás sectores de la sociedad quienes  muchas veces desconocen  la legislación y normativa vigente para el  manejo de los recursos naturales.  Por ello, se propone replantear está visión de manejo, en donde desde el marco legal se plantee la  importancia de la conservación y manejo de los bosques mixtos. Para lograr esto es necesario cambiar el enfoque  institucional del manejo forestal en cada país de la ecorregión. Pasando de una visión meramente productivista a un manejo más sostenible, en donde sea compatible la producción de bienes maderables sin comprometer los  servicios ecosistémicos que ofrecen estos bosques. También es necesario que el tema ambiental tenga mayor relevancia en las agendas municipales, para que las autoridades locales se involucren más en la conservación de las áreas boscosas, principalmente de los remanentes de bosque en los  centros urbanos, desarrollando planes de ordenamiento territorial que no pongan en riesgo estos recursos por la construcción de proyectos habitacionales.

Se propone generar una estrategia que promueva la participación de la sociedad civil en el cuidado de los bosques. A medida que la sociedad sea consciente de su importancia y de los beneficios que ellos proveen para el bienestar de toda la sociedad, habrá mayor involucramiento en su gestión y conservación, y por ende mayor colaboración en buscar alternativas de desarrollo que no vayan en detrimento del patrimonio natural del país. En este sentido es muy importante  retomar el trabajo de la Alianza a nivel nacional y regional, así como actualizar esta información periódicamente.

La ecorregión Bosques de Pino-Encino de Centroamérica posee una gran riqueza biológica, cultural y productiva para los países que la conforman. Su conservación es una meta de gran importancia ecológica con retos desde lo social, económico y cultural. Es un reto para la humanidad especialmente para los centroamericanos.

Agradecimientos

A todas las personas que participaron en entrevistas y talleres brindándonos valiosa información en: Chiapas (México), Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. A The Nature Conservancy quién financió este estudio y a la Alianza quienes apoyaron en todo el proceso de elaboración del Diagnóstico

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[1] Se contó con la participación de 40 instituciones en total, representando al sector público, privado y sociedad civil.

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