Acceso Libre | Nota Revisada por Pares
Mónica Silvana Rosales Alconero
Asistente de divulgación científica para el proyecto “Primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático en Guatemala”, Universidad del Valle de Guatemala. 18 Ave. 11-95 zona 15, Vista Hermosa III. Guatemala, Guatemala CP. 01015. (502) 2507-1500, moni.alconero95@gmail.com
Cita: Rosales Alconero, M. S. (2019). Cambio climático: ¿cómo nos afecta y qué estamos haciendo en Guatemala? Revista Yu’am 3(6): 37-45. |
Recibido: 30/05/2019 Aceptado: 25/06/2019 Publicado: 01/09/2019 |
El cambio climático es el mayor desafío de nuestro tiempo, es un problema tangible que está causando considerables pérdidas humanas y económicas. Guatemala es uno de los países más vulnerables ante los efectos del cambio climático, por lo que es necesario contar con información sistematizada sobre el clima y conocer las medidas que actualmente se están adoptando en los distintos sectores.
El Sistema Guatemalteco de Ciencias del Cambio Climático (SGCCC) fue creado en 2014 para revisar, generar y proporcionar información científica relacionada al componente climático a los tomadores de decisiones políticas del país en temas relacionados al clima, a la vulnerabilidad, adaptación y mitigación a los efectos del cambio climático. El SGCCC está conformado por más de 20 instituciones gubernamentales y no gubernamentales, entre las que se encuentran instituciones académicas, centros de investigación y entidades de gobierno, y busca apoyar la coordinación interinstitucional e integración de aspectos científicos en el marco operativo del Consejo Nacional de Cambio Climático (CNCC).
En 2,017, el SGCCC inició la elaboración del “Primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático en Guatemala”, con el objetivo de sistematizar y socializar información científica existente en el país relacionada al cambio climático. Con este reporte se pretende apoyar la investigación, planificación y diseño de políticas públicas efectivas y planes de acción territoriales y nacionales frente a los retos del cambio climático. El reporte aborda cuatro líneas temáticas principales: a) ciencias del clima; b) impactos, vulnerabilidad y adaptación ante el cambio climático; c) mitigación de gases de efecto invernadero; y d) conocimiento indígena y tradicional y su relación con el cambio climático. El documento final consta de un total de 13 capítulos que abarcan un total de más de 300 páginas y fue publicado en el mes de junio de 2,019 en la página del SGCCC en formato digital.
Con el fin de difundir los mensajes centrales del documento completo, se contó con el lanzamiento del “Resumen para tomadores de decisión” del reporte, al que asistieron más de 200 personas de distintos sectores. Como parte del evento, se contó con un conversatorio en el que expertos en el tema de cambio climático (Figura 1) analizaron los distintos factores que hacen de Guatemala un país tan vulnerable a los efectos de este problema global y la manera en que estos factores afectan a los grupos más vulnerables (mujeres, pueblos indígenas y poblaciones en áreas marginales tanto urbanas como rurales). En el foro, además, se plantearon las principales acciones que deben realizarse en Guatemala para afrontar el cambio climático tanto a nivel local y nacional, así como individual.
Figura 1: Panelistas del conversatorio “¿Qué podemos hacer los guatemaltecos para adaptarnos al cambio climático y reducir sus impactos?” durante el evento de lanzamiento del Resumen para tomadores de decisión del Primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático en Guatemala. De izquierda a derecha se encuentran: Igor de la Roca, Paris Rivera, Alex Guerra, Mayra Castillo, Gabriela Fuentes y Ramiro Batzín. Foto: Mónica Rosales Alconero.
Un vistazo al contenido del primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático en Guatemala
El proceso de elaboración del reporte constituyó un esfuerzo colectivo con el que se logró sistematizar información relacionada al cambio climático, resaltando tanto la información existente en el país como los vacíos de información. El reporte plantea la importancia de alejarse del modelo actual de reacción ante desastres y de adoptar un modelo basado en la prevención y la previsión, priorizando a los grupos, sectores y territorios más vulnerables. A continuación, se resumen las principales preguntas que el reporte aborda.
¿Cómo ha cambiado el clima y cómo se espera que siga cambiando?
En los últimos 50 años, el planeta ha sufrido un calentamiento mayor y más rápido que en cualquier otro período en los últimos 2,000 años, principalmente debido al aumento de los gases de efecto invernadero (GEI) generados por la actividad humana (Alfaro Marroquín y Gómez, 2,019). En Guatemala la temperatura media anual ha aumentado, al menos un grado Celsius, la precipitación se ha vuelto más intensa y la distribución anual de dicha precipitación ha cambiado. En general, los eventos climáticos extremos en el país han aumentado y se han intensificado debido al cambio climático (Bardales Espinoza, Castañón, y Herrera Herrera, 2,019; Carrera, 2,019).
Guatemala ha sido afectada por más de 15 tormentas extremas, en un período de 20 años, que han dejado alrededor de un millón de personas damnificadas en el país acompañados de pérdidas millonarias. Por ejemplo, la tormenta tropical Stan, en el 2,005, dejó un saldo de 664 fallecidos, 285 000 damnificados y daños estimados en 983 millones de dólares estadounidenses (USD). Por su lado, la tormenta Agatha, en 2010, cobró la vida de 152 personas, afectando a más de 104 000 personas y causó daños por un valor de USD 650 millones (Carrera, 2,019). Los escenarios de cambio climático para Guatemala proyectan un aumento de temperatura de entre tres y seis grados para finales de siglo y se prevé una disminución de entre el 10 al 30% de la precipitación a nivel nacional (Figura 2; Rivera Ramos, Bardales Espinoza, y Ochoa, 2019).
Figura 2: Tendencias en el aumento de la temperatura (color rojo) y reducción de la lluvia (color azul) según los escenarios de cambio climático generados para Guatemala. Tomado de SGCCC (2019).
¿Qué tan vulnerable es Guatemala a los efectos del cambio climático y qué factores influyen en que un grupo o población esté en riesgo? El grado de riesgo bajo el que se encuentra una población está determinado principalmente por tres factores: la naturaleza del evento natural extremo, la exposición y la vulnerabilidad (Figura 3). La exposición se refiere a la existencia de comunidades, o sus medios de vida, en el lugar y ruta de un evento extremo. La vulnerabilidad se refiere a la predisposición que se tiene a ser afectado por un evento extremo y está relacionado con la sensibilidad y la resiliencia que se tiene hacia dicho evento (Carrera, 2019).
Figura 3: Riesgos a desastres derivados del cambio climático. Tomado de SGCCC (2019).
En Guatemala, la exposición y la vulnerabilidad de las comunidades están relacionadas directamente con su condición socioeconómica, pues al contar con bajo acceso a recursos o capacidades de adaptación aumenta el impacto negativo que un evento extremo tendrá sobre una población.
Lo anterior implica que una población en situación de pobreza, con poca o nula educación, y con bajos índices de salud y seguridad alimentaria tendrá más dificultades para afrontar y recuperar una calidad de vida aceptable tras verse afectada por un evento climático extremo. Bajo esta perspectiva, los desastres no son naturales como se dice en el lenguaje coloquial; más bien deben considerarse como el resultado de un problema producto de un deficiente e injusto modelo de desarrollo humano (Carrera, 2,019).
¿Cómo podemos afrontar los impactos del cambio climático que están por venir?
Existen dos formas de responder y hacer frente a los impactos del cambio climático: la adaptación y la mitigación de gases de efecto invernadero. El primero consiste en disminuir el grado en la que las personas y sus medios de vida están expuestos o son vulnerables a los efectos negativos de un evento extremo o desastre, reduciendo de esta forma los impactos del cambio y la variabilidad climática. Por otro lado, la mitigación busca reducir la cantidad de gases de efecto invernadero generados por las actividades humanas, ya que son la principal causa del cambio climático (SGCCC, 2,019).
La adaptación requiere de un esfuerzo colectivo, donde se genere y comparta información; se diseñen e implementen estrategias y políticas públicas nacionales y locales, y se accione de forma individual y familiar dentro de una comunidad. El reporte propone mecanismos de adaptación con relación a: (1) recursos hídricos; (2) agricultura y seguridad alimentaria; (3) biodiversidad y ecosistemas; (4) océanos y ecosistemas marino-costeros; (5) asentamientos e infraestructura; y (6) salud pública.
Recursos hídricos
El agua es un recurso vital para todos los seres humanos y, en Guatemala, forma parte del 70% de las actividades que conforman el producto interno bruto (PIB), por lo que se considera un recurso insustituible e indispensable. Por consiguiente, el cambio climático representa un riesgo significativo para la sostenibilidad de los recursos hídricos, pues afecta tanto la disponibilidad como la calidad del mismo (SGCCC, 2,019 b).
La seguridad hídrica se refiere a la capacidad que tiene una población de contar con el acceso y disponibilidad de agua en cantidades y calidad adecuadas para su subsistencia, su bienestar y sus actividades económicas (Basterrechea y Guerra Noriega, 2,019). Es urgente atender los retos que presenta la seguridad hídrica en el país a través de un manejo integrado y eficiente del recurso a nivel local y nacional. Deben contemplarse acciones en el área de políticas públicas sobre el manejo del agua, destinar recursos para la generación de información actualizada, planificación y la gestión de los recursos hídricos a nivel local, regional y nacional. Por ejemplo, es necesario aumentar la inversión en el manejo y conservación del agua, así como inversión para su tratamiento y el reúso de aguas residuales (Basterrechea y Guerra Noriega, 2,019).
Agricultura y seguridad alimentaria
La agricultura representa alrededor del 24% del PIB nacional y es la principal fuente de empleo en el país. La mayor parte de las actividades agrícolas se realizan a pequeña escala y con recursos limitados que no cuentan con sistemas de riego. Por su dependencia de factores climáticos (lluvias, humedad relativa y temperaturas), la agricultura es uno de los sectores más sensibles al cambio climático, por lo que al ocurrir un evento extremo la alimentación y los medios de vida del país se ven amenazados (Solano y Ochoa, 2019).
Algunas acciones que el sector agrícola podría implementar para adaptarse al cambio climático incluyen la adaptación basada en ecosistemas, la agricultura climáticamente inteligente, agricultura orgánica, agrobiodiversidad y mejoramiento genético, entre otros. La primera, por ejemplo, se basa en la conservación, restauración y manejo sostenible de los ecosistemas naturales, incluyendo actividades tradicionales como el uso de agroecosistemas y el manejo adecuado del agua y del suelo. Sin importar la acción que se utilice, es necesario resaltar la importancia de un sistema de gobernanza nacional que evalúe las políticas agropecuarias actuales, para que éstas conduzcan a un modelo de adaptación preventivo (Solano y Ochoa, 2,019).
Biodiversidad y ecosistemas incluyendo áreas marino-costeras
Según estudios sobre la relación entre el cambio climático y la biodiversidad, el estado de los arrecifes mesoamericanos, el nivel de resiliencia de los distintos ecosistemas ante el cambio climático, entre otros, tanto ecosistemas terrestres como ecosistemas marino-costeros se han visto afectados por el cambio climático (Carrera, Mosquera Salles, y Gándara, 2,019; Ramírez Yela y Ortiz, 2,019). El cambio climático está causando, por ejemplo, cambios en la distribución y comportamiento de algunas especies en los ecosistemas terrestres y un acelerado blanqueamiento de arrecifes de coral por la acidificación de los océanos y por el aumento de temperatura del agua superficial en los ecosistemas marinos. Se espera que los impactos del cambio climático en dichos ecosistemas sean más drásticos en los próximos 80 años (Ramírez Yela y Ortiz, 2,019).
Para mitigar los impactos del cambio climático sobre los ecosistemas es necesario crear e implementar estrategias de restauración, manejo y conservación de los mismos. Algunas de las acciones que pueden realizarse para reducir los impactos del cambio climático sobre los ecosistemas terrestres incluyen: el establecimiento de áreas protegidas y corredores biológicos representativos de los distintos ecosistemas en el país, el manejo forestal sostenible, la adaptación basada en ecosistemas y el financiamiento para la gestión de la diversidad biológica (Carrera et al., 2,019).
Salud humana, asentamientos e infraestructura
Existe una estrecha relación entre el incremento de las enfermedades vectoriales y el cambio climático, la cual causa un impacto negativo sobre la salud del ser humano (García y Escobar, 2019). Por ejemplo, durante el año 2016, se reportó un aumento en la incidencia de las enfermedades vectoriales y la aparición de nuevas variedades de éstas, tales como el zika o la chikunguña (SGCCC, 2,019 b). Estas últimas son enfermedades transmitidas por mosquitos que se reproducen y sobreviven en climas tropicales y se verán favorecidos por el aumento global de temperaturas (García y Escobar, 2,019).
En relación con los asentamientos humanos y la infraestructura, el reporte menciona como medidas prioritarias las siguientes: la identificación de niveles de riesgo y vulnerabilidad de las áreas pobladas antes un evento extremo, así como la implementación de un sistema de monitoreo y sistemas de alerta temprana y evacuación en caso de emergencia. Además, es imperativo invertir en el saneamiento de aguas servidas, creación de sistemas energéticos, vivienda e infraestructura básica en todo el país. Asimismo, es necesaria la creación y puesta en marcha de políticas y normativas que conlleven la elaboración de planes de ordenamiento territorial y planes urbanísticos, los cuales consideren y eviten el desarrollo en áreas susceptibles (Flores B y Cifuentes Soberanis, 2,019).
Emisiones de gases de efecto invernadero en Guatemala
En Guatemala, el 26% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) son producto de la conversión de bosques a cultivos o ganadería y el 18% es producido por el transporte de productos y mercancías para consumo humano (Figura 4); Juárez Calderón, Castellanos, y Fuentes Braeuner, 2,019). Al ser comparado con países más industrializados como Estados Unidos o China, Guatemala emite muy bajas cantidades de GEI. Sin embargo, por estar suscrito a los compromisos nacionales e internacionales relacionados a la reducción de los GEI, el país debe promover y respaldar iniciativas para mitigar los GEI. Por ejemplo, de acuerdo con el “Acuerdo de País”, con el cual se propuso una Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC por sus siglas en inglés), Guatemala se comprometió a reducir un 11.2% las emisiones de GEI proyectadas para el año 2,030. Entre las iniciativas en vigencia para alcanzar dicha meta se encuentran la creación y mantenimiento del Consejo Nacional sobre Cambio Climático (CNCC) y el Plan de Acción Nacional de Cambio Climático (PANCC; Fuentes Braeuner, Castellanos, y Juárez Calderón, 2,019).
Figura 4: Actividades que generan el 75% del total de emisiones de gases de efecto invernadero en Guatemala. Tomado de SGCCC (2,019).
El PANCC, aprobado en 2,016 por el CNCC, presenta acciones prioritarias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en los distintos sectores, con el fin de orientar a la institucionalidad pública y privada para implementar acciones enfocadas al cumplimiento de objetivos y resultados en contexto de la Ley Marco de Cambio Climático (Fuentes Braeuner et al., 2,019). Entre las acciones propuestas se encuentran: elaborar un inventario de emisiones de GEI disgregado por tipo de transporte y reducir sus emisiones, aumentar el porcentaje de energía renovable de la matriz de generación de energía eléctrica, reducir la intensidad de las emisiones GEI de los subsectores industria, construcción, residencial, comercial, entre otros (CNCC, 2,016).
Conocimiento indígena y tradicional
Los pueblos indígenas cuentan con sistemas propios de indicadores, monitoreo y evaluación del uso, manejo y recursos naturales, contribuyendo a la implementación de mejores prácticas para contrarrestar los impactos del cambio climático en las comunidades rurales (Batzín, 2,019). Estos sistemas han logrado afrontar los impactos de eventos climáticos extremos a través de prácticas como:
Selección y manejo de semillas: para los pueblos indígenas, las semillas criollas son sumamente valiosas porque les asegura una alimentación saludable a las futuras generaciones, a la vez que conservan los suelos. El mantenimiento de la riqueza genética a través de la selección de estas semillas permite que puedan responder de mejor manera a la variación climática, lo que lo hace fundamental para la adaptación de cultivos al cambio climático (Batzín, 2,019).
Técnicas ancestrales de labranza: una de las prácticas más usadas es la de la preparación de la tierra de acuerdo con la región en la que se encuentran. Por ejemplo, en la meseta volcánica, hacia la costa occidental del país, se prepara el suelo durante el mes de febrero, mientras que en la parte media de la cuenca del río Motagua, departamentos de El Progreso y Zacapa, se prepara hasta que empiecen las primeras lluvias por ser una zona seca. Una técnica muy utilizada para la preparación del suelo es la formación de surcos para favorecer la cobertura de la masa vegetal, lo cual mejora la estructura del suelo y genera el sustrato necesario para la absorción de la escorrentía (Batzín, 2019).
Implementación de sistemas de milpa: los cultivos mixtos se ha considerado la base de la producción familiar de los pueblos indígenas desde tiempos ancestrales, al imitar la estructura de la naturaleza y aprovechar esa relación simbiótica entre estos. En el sistema milpa, por ejemplo, se combina el cultivo de maíz con el del frijol y las cucurbitáceas, como ayote, chilacayote y güicoy (Batzín, 2,019).
Los pueblos indígenas del país crearon la Mesa Indígena de Cambio Climático de Guatemala (MICCG), la cual tiene como objetivo crear un espacio de diálogo entre distintos entes del Estado y organizaciones indígenas para discutir propuestas para que los conocimientos ancestrales sean considerados en los planes de adaptación y mitigación ante los efectos negativos del cambio climático. La MICCG, en conjunto con la Mesa Nacional de Cambio Climático (MNCC), construyeron una propuesta donde se presentan líneas de acción en relación al conocimiento ancestral, para que fuera incluida en la Ley Marco para Regular la Reducción de la Vulnerabilidad, la Adaptación Obligatoria ante los Efectos del Cambio Climático y la Mitigación de Gases de Efecto Invernadero, dentro de la Política Nacional de Cambio Climático y en el Plan Nacional de Cambio Climático (Batzín, 2,019).
Conclusiones
El primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático en Guatemala constituyó un esfuerzo colectivo de científicos guatemaltecos con el que se logró sistematizar información relevante al cambio climático, resaltando tanto la información existente en el país como los vacíos de información. El Reporte plantea la importancia de alejarse del modelo actual de reacción ante desastres y de adoptar un modelo basado en la prevención y la previsión, dando prioridad a los grupos, sectores y territorios más vulnerables. El reporte enfatiza la urgencia de que todos los sectores del país trabajen de forma coordinada para buscar mecanismos de adaptación local ante los problemas consecuencia del cambio climático. Lo anterior requiere una considerable inversión tanto de fondos nacionales como internacionales que el Estado debe buscar, gestionar e implementar de forma integral. La erradicación de la pobreza y la reducción de las desigualdades debe ser una prioridad nacional en concordancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible para reducir nuestra situación actual de riesgo ante los retos que impone el cambio climático (SGCCC, 2,019).
Literatura citada
Alfaro Marroquín, G., y Gómez, R. (2,019). Antecedentes y contexto del cambio climático en Guatemala. En Edwin J Castellanos, A. Paiz-Estévez, J. Escribá, M. Rosales-Alconero, y A. Santizo (Eds.), Primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático en Guatemala. Guatemala: Editorial Universitaria UVG.
Bardales Espinoza, W. A., Castañón, C., y Herrera Herrera, J. L. (2,019). Clima de Guatemala, tendencias observadas e índices de cambio climático. En Edwin J Castellanos, A. Paiz-Estévez, J. Escribá, M. Rosales-Alconero, y A. Santizo (Eds.), Primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático en Guatemala. Guatemala: Editorial Universitaria UVG.
Basterrechea, M., y Guerra Noriega, A. (2,019). Recursos hídricos. En Edwin J. Castellanos, A. Paiz-Estévez, J. Escribá, M. RosalesAlconero, y A. Santizo (Eds.), Primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático en Guatemala. Guatemala: Editorial Universitaria UVG.
Batzín, R. (2,019). Conocimiento indígena y cambio climático. En Edwin J. Castellanos, A. Paiz-Estévez, J. Escribá, M. RosalesAlconero, y A. Santizo (Eds.), Primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático en Guatemala (pp. xx–xx). Guatemala: Editorial Universitaria UVG.
Carrera, J. L. (2,019). ¿Qué tan vulnerables somos? Elementos para entender la vulnerabilidad de Guatemala. En Edwin J. Castellanos, A. Paiz-Estévez, J. Escribá, M. Rosales-Alconero, y A. Santizo (Eds.), Primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático en Guatemala. Guatemala: Editorial Universitaria UVG.
Carrera, J. L., Mosquera Salles, V., y Gándara, A. (2,019). Diversidad biológica y ecosistemas terrestres. En E.J. Castellanos, A. PaizEstévez, J. Escribá, M. Rosales-Alconero, y A. Santizo (Eds.), Primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático en Guatemala. Guatemala: Editorial Universitaria UVG.
Consejo Nacional de Cambio Climático (CNCC). (2,016). Plan de acción nacional de cambio climático. Guatemala.
Flores B, O. G., y Cifuentes Soberanis, I. (2,019). Asentamientos humanos e infraestructura. En Edwin J. Castellanos, A. Paiz-Estévez, J. Escribá, M. Rosales-Alconero, y A. Santizo (Eds.), Primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático en Guatemala. Guatemala: Editorial Universitaria UVG.
Fuentes Braeuner, G., Castellanos, E. J., y Juárez Calderón, M. A. (2,019). Acciones de mitigación de gases de efecto invernadero. En Edwin J. Castellanos, A. Paiz-Estévez, J. Escribá, M. Rosales-Alconero, y A. Santizo (Eds.), Primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático en Guatemala (pp. xx–xx). Guatemala: Editorial Universitaria UVG.
García, V., y Escobar, L. (2,019). Salud humana. En Edwin J Castellanos, A. Paiz-Estévez, J. Escribá, M. Rosales-Alconero, y A. Santizo (Eds.), Primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático en Guatemala (pp. 212–225). Editorial Universitaria UVG.
Juárez Calderón, M. A., Castellanos, E. J., y Fuentes Braeuner, G. (2,019). Emisiones históricas de gases de efecto invernadero y sus tendencias. En Edwin J. Castellanos, A. Paiz-Estévez, J. Escribá, M. Rosales-Alconero, y A. Santizo (Eds.), Primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático en Guatemala (pp. xx–xx). Guatemala: Editorial Universitaria UVG.
Ramírez Yela, S. M., y Ortiz, J. R. (2,019). Océanos y ecosistemas marino-costeros. En E.J. Castellanos, A. Paiz-Estévez, J. Escribá, M. Rosales-Alconero, y A. Santizo (Eds.), Primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático en Guatemala. Guatemala: Editorial Universitaria UVG.
Rivera Ramos, P. F., Bardales Espinoza, W. A., y Ochoa, W. (2,019). Escenarios futuros de cambio climático para Guatemala. En Edwin J Castellanos, A. Paiz-Estévez, J. Escribá, M. Rosales-Alconero, y A. Santizo (Eds.), Primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático en Guatemala. Guatemala: Editorial Universitaria UVG.
SGCCC. (2,019). Primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático en Guatemala: Resumen para tomadores de decisión. (Edwin J Castellanos, E. Bámaca, A. Paiz-Estévez, J. Escribá, M. Rosales-Alconero, y A. Santizo, Eds.). Ciudad de Guatemala: Editorial Universitaria UVG.
Solano, A. L., y Ochoa, W. (2,019). Agricultura y seguridad alimentaria. En Edwin J Castellanos, A. Paiz-Estévez, J. Escribá, M. RosalesAlconero, y A. Santizo (Eds.), Primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático en Guatemala. Guatemala: Editorial Universitaria UVG.
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